• Una de las virtudes del mercado es la posibilidad de elegir alternativas entre un oferente y otro, optando por la mejor de ellas, o bien, por la que más satisfacción me da al mínimo precio que estoy dispuesto a pagar.
• Esta virtud también se aplica a la política, donde uno puede elegir al representante que más satisfaga mis necesidades de leyes.
• En el caso actual de nuestro país, la pandemia ha golpeado muy fuerte a nuestros ingresos, y por lo tanto un estado eficiente debe buscar maximizar las ayudas a todos los chilenos, con mayor énfasis a los más dañados por el COVID19. Esto porque como en toda la historia, siempre hay un grupo de agentes económicos que se ven beneficiados con la pandemia.
• La realidad chilena es que el sistema económico carece de instrumentos reguladores de sueldos cuando la cosa va a la baja. Como si fuera poco, los congresistas carecen además de aterrizaje mental para entender que un shock económico traerá consecuencias al bolsillo de casi todos los chilenos.
• El seguir con la idea de gastarse $32 mil millones en un plebiscito que es totalmente innecesario dado que la actual constitución es completamente modificable sin incurrir en tal nivel de gasto, nos muestra una limitación intelectual, representativa y de conexión con la realidad de nuestro país, tremendo de quienes insisten en realizar las 2 consultas ciudadanas buscando su mezquino beneficio personal. Ya demostraron que se quieren perpetuar en sus puestos un año más con el aplazamiento de las próximas elecciones.
• personalmente creo que no debe realizarse tal consulta debido a las necesidades urgentes de la población en esta crisis. Mantenerlo sería un abuso del poder con sus conciudadanos.
• Si encuentras que no es muy tonto lo que estoy diciendo, apóyame reenviando a tus redes sociales para suspender el plebiscito del 25 de octubre.
Para ver más información al respecto, visite econoshot.blogspot.com.
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